martes, 17 de marzo de 2009

Maquillaje Social


El maquillaje sirve para embellecer y dar uniformidad al rostro femenino en ocasiones de fiestas, bailes, trabajo o simplemente uso diario. Es un arte porque la tarea de sombrear, delinear y modelar la piel es un trabajo que se combina con la actividad artística y que, además, requiere habilidad manual y una particular sensibilidad. Es por esto que nos servimos de las reglas fundamentales que un pintor utiliza durante la composición de un cuadro: los colores, las formas, las luces y las sombras... sin dejar de lado la capacitación y la experiencia, que hacen que trabajar con ciertas combinaciones elegidas de acuerdo a la vestimenta y los accesorios que usaremos, creen una armonía excepcional al momento de prepararse.














viernes, 13 de marzo de 2009

Historia del maquillaje

Cuanto más tecnológicamente avanzado se vuelve el mundo, más énfasis se pone en un maquillaje fresco y limpio que oculte los signos visibles del envejecimiento y que pueda volver el tiempo atrás. Las palabras como fresco, beneficioso, puro, natural, anti-envejecimiento se han convertido en parte del vocabulario actual del maquillaje ¿Acaso hemos vuelto al punto de partida al utilizar los materiales que la tierra nos ha dado como base de los cosméticos, tal como sucedió miles de años atrás? ¿Acaso hemos dejado de lado la historia del comienzo de los cosméticos y hemos reinventado los beneficios de los ingredientes naturales? Para responder a estas preguntas, primero debemos realizar un tour a través de la historia de los cosméticos.

Sabemos que, durante varios siglos, tanto hombres como mujeres han disfrutado del lujo del maquillaje facial. Pero la historia del maquillaje facial se remonta a miles de años atrás, hasta llegar a los Egipcios del Siglo I. Esto no significa que los Egipcios fueron los primeros en utilizar maquillaje sino que se encuentran entre los que primero documentaron la importancia del maquillaje facial como una parte fundamental de la cultura, tal como se puede ver en el descubrimiento de las pinturas en las tumbas del antiguo Egipto. Los Egipcios utilizaban ingredientes naturales tales como el ungüento -una sustancia hidratante- y el kohl para mejorar la piel y la apariencia. Los Egipcios eran conscientes de la belleza de una piel suave y de unos ojos seductores. El Siglo I también mostró que los Romanos utilizaban kohl para el maquillaje de los ojos y las pestañas. Los Romanos también utilizaban tiza como blanqueador de la piel y colorete. Las influencias grecorromanas y persas agregaron el uso de las tinturas de henna para el rostro y el cabello. El maquillaje facial continuó evolucionando con el tiempo. Para la Edad Media, las culturas europeas sumaron el furor de la piel pálida. La piel pálida se convirtió en signo de bienestar económico y categoría en la sociedad. Las mujeres tomaban medidas extremas para lograr tener una piel blanca llegando incluso a provocarse hemorragias. Agregar un color rosa sutil tal como se usaba en el Siglo XIII daba otro símbolo de bienestar económico e importancia social ya que solamente los ricos podían pagar un maquillaje facial color rosa. La importancia de la piel blanca como signo de riqueza continuó hasta el Renacimiento Italiano. Nuevamente, las mujeres recurrían a medidas extremas para lograr tener una posición social utilizando ingredientes mortales como el plomo y el arsénico. Para la era isabelina, el maquillaje facial comenzó a asociarse con una mala salud. Las mujeres utilizaban clara de huevo para dar un poco de brillo saludable al rostro. El maquillaje facial pesado era utilizado para esconder las enfermedades. Gracias a los franceses en el Siglo XVIII se agregó un poco de vida y vitalidad al rostro al incluir el color rojo en el maquillaje facial. Los labios y las mejillas rojas se convirtieron en un símbolo de salud y diversión.

Aproximadamente durante el Era Victoriana, el maquillaje comenzó a ser asociado con las prostitutas y actrices. Las mujeres decentes no tenían permitido tomar el sol para no alterar el color de la piel ni tampoco cambiaban el tono natural de la piel. La piel que quedaba al descubierto era tapada, se utilizaban sombrillas para proteger a la piel del sol y mantenerla de un color claro. Los ingredientes naturales como avena, miel, yema de huevo y agua de rosas reemplazaron a los cosméticos creados por los boticarios. Las cejas eran depiladas y se utilizaba polvo de arroz. Las mujeres hicieron el intento de agregar un poco de color en secreto pellizcando las mejillas o utilizando jugo de remolacha para obtener color y jugo de limón como blanqueador. Para el 1900 era muy popular tener un aspecto de enfermo. Se enfatizaban las ojeras, las mejillas rosadas y los labios color carmesí agregaban un toque al maquillaje facial "de enfermo". Afortunadamente, esta leve decadencia no duró mucho.

Desde siempre la gente ha hecho uso del maquillaje para potenciar su atractivo y disimular defectos. Siempre ha tenido el mismo fin, aunque a lo largo de la Historia se han usado diferentes utensilios y cosméticos para ello.

Antiguo Egipto
Seguro que los grandes maquilladores de hoy en día han echado un vistazo a la historia del maquillaje para buscar métodos y trucos que aplicar en la actualidad. Por ejemplo, es curioso cómo en Egipto obtenían los colores de sus cosméticos mezclando tierras, cenizas y tintas.
Era muy típico que los egipcios realzasen sus ojos con colores fuertes y vivos. Y fueron ellos los primeros en pintar sus labios, con ocre rojo y óxido de hierro natural, extendiendo el mejunge con un cepillo o palito por sus labios.
No hace mucho que se descubrieron restos de maquillaje en las tumbas de los faraones, y curiosamente esos productos cosméticos tienen un gran parecido con los que se usan en la actualidad.
En esta civilización utilizaban el antimonio rojo para colorear los labios, mediante la pulverización de piedras y minerales sacaban los tonos turquesa que aplicaban en párpados junto con el khöl que usaban para delinear los ojos en forma de cola de pez y remarcar las cejas. Usaban pinzas de depilar para dar forma a las cejas.
Sé tenia muy en cuenta el uso de adornos corporales, tanto en hombres como en mujeres. El aseo corporal era un ritual de varias horas que consistía en baños, masajes y rasurado de cabeza por motivos de higiene, religiosos y climáticos.
Elaboraban sus propias cremas a base de aceites y plantas y depilaban el vello superfluo.

Grecia y Roma
En la edad Antigua, griegos y romanos perfeccionan las técnicas del maquillaje. Gana peso la piel, la cual comienzan a maquillar para conseguir blanquearla mediante una mezcla hecha a base de yeso, harina de habas, tiza y albayalde (carbonato clásico de plomo), que al final obtenía resultados totalmente contrarios a los pretendidos, ya que al contacto con el sol oscurecía el rostro.
Es en esta etapa donde encontramos la creación del famoso y actual rimmel. Es curioso descubrir como era en sus inicios, pues conseguían ennegrecer sus pestañas utilizando una mezcla de huevos de hormigas y moscas machacadas.
La tendencia es tener la piel muy blanca como signo de apasionamiento, para ello ingerían gran cantidad de cominos y blanqueaban la piel con cerusa y albayalde. En los ojos utilizaban el khöl, maquillándolos en negro y azul. Las cejas se perfilaban sin alargarlas y se depilaban con pinzas y los labios y pómulos se coloreaban en tonos rojos vivos.
Además del khöl, de los egipcios heredaron muchos cuidados estéticos como los baños y masajes.
La figura masculina se riza el cabello y la barba y llevan las piernas depiladas.

Mesopotamia
Al igual que en Grecia llevaban la piel blanqueada y los pómulos enrojecidos, en los ojos lapislázuli y las cejas teñidas en negro.
Las mujeres lucían el pelo suelto y rizado sobre los hombros y los hombres rizaban la barba y el cabello dejando al final geométricos tirabuzones. La abundancia de pelo significaba fuerza y valor y se espolvoreaba con oro en polvo tanto la barba como el cabello.

Roma
La piel era blanquecina, los ojos y cejas llevaban khöl y los párpados iban muy marcados con antimonio y turquesa. Los labios y mejillas marcado en rojo vivo.
Influidos por las costumbres refinadas de Egipto y Grecia empiezan a funcionar los baños públicos y masajes. Utilizaban cremas para el cuidado del cuerpo. Las mujeres de la época (llamadas patricias) disponían de criadas que eran quienes se dedicaban a hacer estas labores estéticas.
Dedicaban mucho tiempo a los peinados, eran muy laboriosos, teñían los cabellos con preparados de color rubio y los exponían al sol para transformar el color. También se elaboraban pestañas tejiéndolas con seda o con pelo natural.

Arabia
Las mujeres dedicaban largas horas al embellecimiento, vivían recluidas en harenes donde se cuidaban con baños perfumados, aceites y masajes. Se aplicaban Khöl en los ojos para agrandarlos y usaban colorete y cantidad de perfumes. Llevaban la cara tapada con velo y el pelo cubierto con sedas.
Tantos cuidados se debían a la inferioridad que tenían con el varón, era una forma de seducirlo.

Edad Media
Tras la caída del Imperio, en las primeras décadas hay una ausencia total tanto del cuidado estético como del aseo personal. La mujer llevaba la cabeza cubierta con tocados en señal de sumisión.
Pasado algún tiempo empezó de nuevo el interés por la cosmética debido a la influencia árabe. Los trajes se fueron modificando con generosos escotes y se hacían largos trenzados en el pelo que llegaban a ser verdaderas obras de arte.

Maquillaje Moderno
Tal vez sea difícil imaginar el maquillaje del 1900 como moderno, pero de hecho es el comienzo de la industria cosmética tal como la conocemos hoy en día. Con el auge de los medios de comunicación masiva, la televisión, las películas del cine y el transporte, la industria del maquillaje creció agigantadamente. Aunque a principios del 1900 todavía la creencia popular era asociar a la piel pálida con una vida de riqueza y placer y relacionar la piel bronceada con la clase trabajadora, gracias al viejo maquillador Max Factor, se desarrolló y se produjo el primer polvo facial perfumado para el público, convirtiendo al maquillaje facial en algo accesible para todos. Para la década del 30, el maquillaje estaba disponible para las mujeres de todas las clases sociales. Las mujeres tenían íconos como Greta Garbo y Marlene Dietrich y las utilizaban como modelos a seguir. Así, florecieron los gigantes de la industria cosmética como Max Factor, Elizabeth Arden, Revlon y Lancôme. El maquillaje se convirtió en algo sensual y prolijo. Las mujeres tenían una gran variedad de colores para utilizar y esmalte de uñas para combinar.